Una medición
de presión es siempre expresada en términos de ambas unidades de medición
según lo explicado: cantidad de fuerza y unidad de área. Sin embargo, sólo
una de estas unidades, la cantidad de fuerza, es variable. La pulgada
cuadrada es usada sólo en singular, nunca más o menos de una pulgada
cuadrada.
Una
medición de presión dada puede ser citada en tres modos diferentes y aún
significar la misma cosa. Por lo tanto, 50 psi de presión, 50 libras de
presión y 50 psi tienen el mismo significado.
Hoy, se utiliza la potencia hidráulica para hacer
funcionar muchas y variadas herramientas y mecanismos. En un garaje, un
mecánico levanta el extremo de un automóvil con un gato hidráulico. Los
dentistas y los peluqueros utilizan transmisión hidráulica, a través pequeños
movimientos de una palanca de mando, para levantar y colocar sus sillas a una
altura de trabajo conveniente. Los cierres hidráulicos evitan que puertas
pesadas se cierren de golpe. Los frenos hidráulicos han sido un equipo
estándar en los automóviles desde los años 30. La mayoría de los automóviles
se equipan con transmisiones automáticas que son accionadas hidráulicamente.
La dirección hidráulica es otro uso de la potencia hidráulica. Los
trabajadores de construcción dependen de la energía hidráulica para la
operación de varios componentes de su equipamiento. Por ejemplo, la pala de
una niveladora es accionada normalmente por energía hidráulica. Durante el
período precedente a la Segunda Guerra Mundial la marina de guerra comenzó a
aplicar la hidráulica a los mecanismos navales extensivamente. Desde
entonces, los usos navales han aumentado al punto donde muchos dispositivos
hidráulicos ingeniosos se utilizan en la solución de problemas de artillería,
de aeronáutica, y de navegación. A bordo de la nave, se utiliza la
transmisión hidráulica para operar equipos tales como el guinche de ancla,
las grúas, dirección, dispositivos teledirigidos, y los impulsores
hidráulicos de elevación y de entrenamiento para el armamento y los
lanzacohetes. Los elevadores en portaaviones utilizan potencia hidráulica
para transferir los aviones de la cubierta de hangar a la cubierta de vuelo y
viceversa.
El uso extenso de la hidráulica y de la neumática
para transmitir energía es debido al hecho de que los sistemas fluidos correctamente
construidos poseen un número de características favorables. Eliminan la
necesidad de sistemas complicados de engranajes, de levas, y de palancas. El
movimiento se puede transmitir sin la holgura inherente en el uso de las
piezas sólidas de máquina. Los líquidos usados no están sujetos a roturas al
igual que las piezas mecánicas, y los mecanismos no se están expuestos a un
gran desgaste. Las diversas piezas de un sistema de energía fluido se pueden
situar convenientemente en puntos muy distanciados, puesto que las fuerzas
generadas se transmiten rápidamente a distancias considerables con pequeñas
pérdidas. Estas fuerzas se pueden desplazar hacia arriba y hacia abajo o a
través de codos con pequeñas pérdidas en eficacia y sin mecanismos
complicados. Fuerzas muy grandes se pueden controlar por otras más pequeñas y
se pueden transmitir a través de líneas y de orificios comparativamente
pequeños.
Si el sistema se adapta bien al trabajo que se
requiere realizar, y si no se emplea mal, puede proporcionar una acción
continua, flexible, uniforme y sin vibraciones, y no es afectado por
variaciones de la carga. En caso de una sobrecarga, una reducción automática
de la presión puede ser garantizada, de manera de proteger el sistema contra
averías o tensiones excesivas. Los sistemas de potencia mediante fluidos
pueden proporcionar amplios movimientos variables, tanto en la transmisión de
energía rotatoria como en forma rectilínea. La necesidad del control manual
puede ser reducida al mínimo. Además, los sistemas de potencia fluida son
económicos para operar.
La pregunta que puede presentarse es porqué usar
la hidráulica en ciertos usos y neumática en otros. Muchos factores son
considerados por el usuario y/o el fabricante al determinar qué tipo de
sistema utilizar en un uso específico. No hay reglas claras e inmediatas a
seguir; sin embargo, la experiencia pasada ha proporcionado algunas
conclusiones que se consideran generalmente cuando se toman tales decisiones.
Si la necesidad del sistema requiere velocidad, una cantidad media de
presión, y solamente un control relativamente exacto, un sistema neumático
puede ser utilizado. Si el uso requiere solamente una cantidad media de
presión y de un control más preciso, una combinación de hidráulica y de
neumática puede ser utilizada. Si el uso requiere una gran cantidad de
presión y/o control extremadamente exacto, un sistema hidráulico deberá ser
le opción a elegir.
La hidráulica y la neumática se combinan para
algunos usos. Esta combinación se refiere como hidroneumática. Un ejemplo de
esta combinación es la elevación usada en garajes y estaciones de gasolina.
La presión de aire se aplica a la superficie del fluido hidráulico en un
depósito. La presión de aire fuerza el líquido hidráulico a levantar el
elevador.
Dentro de las aplicaciones se pueden distinguir
dos, móviles e industriales:
Aplicaciones Móviles
El empleo de la energía proporcionada por el aire
y aceite a presión, puede aplicarse para transportar, excavar, levantar,
perforar, manipular materiales, controlar e impulsar vehículos móviles tales
como:
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martes, 25 de junio de 2013
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